lunes, 9 de abril de 2012

Pedro García Cabrera (1905 - 1981)


El día 23 de abril celebraremos el día del libro. Algunos alumnos y alumnas de nuestro Centro tendrán la oportunidad de participar en un Maratón de Lectura que se realizará en el Salón de Plenos del Cabildo Insular. Después, D. José Antonio Ramos Arteaga, profesor del Departamento de Literatura Española de la Universidad de La Laguna, ofrecerá una conferencia sobre el poeta gomero Pedro García Cabrera

Este año, se profundizará en la obra de este insigne poeta natal del pueblo de Vallehermoso, puesto que en 2012 el Gobierno ha decidido homenajear la trayectoria poética de García Cabrera a través de la distinción de Letras Canarias

Como sabes, muchos poemas han sido cantados. A continuación, te dejamos un poema de Pedro García Cabrera con música del grupo Mestisay y cantado por Olga Cerpa y Joan Manuel Serrat.



Si te interesa la figura de nuestro poeta más conocido y admirado te invitamos a leer un artículo muy interesante  titulado “Pedro García Cabrera. El compromiso y el paisaje” del profesor Ernesto J. Gil López de la Universidad de La Laguna. http://www.rinconesdelatlantico.com/num3/2_pedro_garcia_cabrera.html

Aquí tienes algunos de los poemas de Pedro García Cabrera. ¡Disfrútalos!

Como un Árbol
Fue en tu pequeña mano,
Retrato del poeta, por Manuel Mora Martínez
en el mar de una mano,
donde sembré mi vida
como un árbol.

Tus dedos, nuestros dedos,
raíces de ternura.
Y nos creció la sombra
como un árbol.

Mis manos en las tuyas
tus dedos injertados en los míos,
nido se hizo el árbol.

Fue en tu pequeña mano,
en el mar de una mano,
en donde nos nacimos
como un árbol.
(Escrito el 22 de octubre de 1968)


Polución
Ahora sí que estamos en capilla.
Ningún juez ha firmado la sentencia
para dejar de ver el rostro de los días,
los cabellos del aire,
los pies de las montañas.
Las fábricas se salen con las suyas:
Inmolan
lo que aún nos quedaba en el haber.
Y la muerte produce dividendos
en esta sociedad a tumba abierta
que llaman de consumo.
Hasta a la mar le duele el horizonte,
la soledad de nuestra compañía.
Está perdiendo el aire los pulmones,
la mar sus esperanzas
y los ríos sus muslos sin regazo.
Y no digamos nada de las penas
de quienes van la noche trabajando
para dar con el alba.
Haced un plebiscito.
Portada original de la obra Líquenes
de García Cabrera.
Y que voten los árboles
con sus nidos vacíos,
las aguas con sus peces flotando a la deriva,
las desprovistas madrigueras.
Y que voten también los desiertos,
las islas, las arenas,
los cestos de basura de las calles,
el beso de los novios y los cines.
Sí, votemos por el sueño de la vida
los que estamos al borde de la muerte.

Ojos que no ven, 1977



Con la mano en la sangre
Nadie se acuerda ya de la Gran Guerra
y aún tienen los ríos su largo brazo en cabestrillo
y los ojos saltados los puentes
y corazones ortopédicos los hombres.
Sólo tú, yo y aquel sueño polar de golondrinas,
con nuestras aguas verdes por la espera,
batimos el recuerdo en tu mármol, en mi frente, en su oído.
Nos venderán de nuevo
aunque prosigan con su rebelión armada los rosales
y la mentira con sus tres dimensiones y un pico con orejas
y el treno de los trenes en el trino de una estación al este de los mares.
Todo se perderá: corales, ruiseñores,
la última comedia que apunte el caracol desde su concha,
los diarios que voceen las ranas al crepúsculo,
tu orfelinato de montañas locas,
tantas y tantas cosas que ignoran los cipreses.
Y de tu voz, hasta de tu voz, que enlaza la seda con los pámpanos,
fabricarán cañones que habrán de bendecir los obispos
para que rompan más eficazmente las venas de los sueños.
Se nos dará una gran razón: que somos hijos de la patria,
sin saber que a ti y a mi y al sueño polar de golondrinas
nos sobra espacio para vivir aun dentro de un beso de paloma.


Isla y mujer
Hacia arriba tus días trepadores,
tus prisas cenitales, tus montañas
escaladoras de águilas y nubes.
Hacia arriba tus cerros,
con sus verdes espuelas, sus morenos
ijares, sueltas en el viento rubio
las bridas trinadoras de los pájaros.
Hacia arriba tus valles atrevidos
como si una gran mano los llevase
desde la azul rodilla de las aguas
hasta los altos muslos de tus nieves.
Romería de piedra enamorada
desde el mar a la cumbre. Ésa es la isla,
que recoge la falda de la espuma
para ganar los áticos que vieron
brotar del pecho virgen de la roca
el silbo ardiente de un pezón de humo.
Desde entonces tu sombra da la vuelta
alrededor de cráteres lunares.
Pero ahora que nos hemos encontrado,
isla, madre, mujer, volcán, destino,
ven a dormir tu soledad de siempre
- oh amada de la noche y la distancia –
en el tibio silencio de mis brazos.

Pedro García Cabrera, La rodilla en el agua, Obra Selecta, Poesía I, Editorial Verbum.


Gomera
A cara o cruz he lanzado
Fotografía de P. García Cabrera
a la mar una moneda;
salió cuna y nací yo:
cuna o concha es La Gomera.
Súbete al roque más alto,
silba con todas tus fuerzas
hacia atrás, hacia la infancia,
a ver si el eco recuerda
las bordadas camisillas
que abrigaron mi inocencia.
Sílbame más, mucho más,
que oiga las primeras letras
del alba silabeando
los renglones de mis venas.
Silba, silba sin cesar,
y tráeme la escopeta,
los caballitos de caña
con sus bridas y cernejas,
el croar de los barrancos
y las palmas guaraperas.
Silba, silba sin descanso,
hasta llamar a la puerta
de los que en lucha cayeron
con la rebeldía a cuestas.
Sílbame el Garajonay,
que va siempre sin pareja
bailando el santodomingo
camino de las estrellas.
Sílbame el ritmo de fuego
con que danzan tus hogueras
dando a la noche madura
la juventud de doncella.
Sílbame el faro sus luces,
los alfileres que vuelan
a hundirse en el aceríco
redondo de las tinieblas.
Sílbame la sal y el agua,
sílbame el pan y las penas,
y la libertad que amamos
sílbala a diestra y siniestra.
Cierto que no morirás,
mas si algún día murieras
entra en el cielo silbando
y silbando pide cuentas
de por qué te condenaron
a soledades perpetuas.
Y ahora silba más hondo,
silba más alto y sin tregua,
silba una paloma blanca
que dé la vuelta a la tierra.